La saga de
A NIGHTMARE ON ELM STREET
Por: Diego Damián
Título original: A nightmare on Elm Street
Año de estreno: 1984
Género: Terror
Dirección y Guión: Wes Craven
Actores principales: Robert Englund, Heather Langenkamp, Mark Patton, Patricia Arquette, Tuesday Knight, Lisa Wilcox, Lisa Zane.
Desde 1984, año en el que se dio estreno a la primera película del máximo personaje, símbolo del terror barato o chatarra estadounidense, Freddy Krueger; éste quedó plasmado en la memoria de millones de personas de varias generaciónes, amantes del terror, el suspenso, y el cine gore; cuya profusión de sangre, violencia visual y auditiva, y efectos sencillos y elementales pero muy bien elaborados, son la carta de presentación de éste ícono mundial.
La historia del director Wes Craven en la primera entrega, dio paso a toda una saga de películas, retomadas por otros directores como Stephen Hopkins, considerado uno de los mejores en su campo; y de ahí que nació un enlace entre la primera y la número seis (en donde éste personaje es mandado al infierno definitivamente), para conectar una gran historia de fondo en el transcurrir de ésta saga, y dar explicación a diferentes hechos que no quedaron muy claros en la priméra parte; logrando así que toda la historia lineal tuviera un exquisito contenido, para causar en quienes la vimos, una completa satisfacción de haber seguido toda la historia de principio a fin; y sentir hoy, despues de 26 años, que valió la pena crecer con el temor de ser visitados por Freddy Krueger, mientras dormíamos, en nuestras pesadillas.
Frederick Charles Krueger, el psicópata, asesino de niños; producto de la violación de 100 maniáticos del asilo psiquiátrico Westin Hills de Springwood, antes sanatorio de Nuestra Señora del Socorro, a la monja Amanda Krueger, cuyo nombre en Cristo fue Hermana María Elena; esposo de Loretta y padre de la pequeña Kathryn (Maggie); quien luego de salir libre de su juicio, por un error de forma, y ser perseguido hasta la central eléctrica, en donde trabajaba manejando las calderas, por un grupo de padres del vecindario de Elm Street, y quemado vivo; y quien antes de ir al infierno, hace un pacto con los tres demonios del sueño, para regresar a cobrar venganza, tomando las almas de los hijos de quienes le quitaron la vida, apoderándose de sus pesadillas; es muestra de la creatividad y de la imaginación de su creador, quién en 1984 anotó un hit para toda la historia del cine de terror.
A nigthmare on Elm Street, Freddy’s revenge, Dream warriors, The dream master, The dream child, y Freddy’s dead, fueron los títulos utilizados en toda la saga, desde la primera hasta la sexta, en 1991, año en que finalizó la historia; pero habiéndose convertido en el personaje magno que sigue siendo, Freddy no podía morir ahí; así que un grupo de creativos decidieron realizar un seriado de televisión para Norteamérica, que después sería distribuido por el resto del mundo; en donde Freddy contaba historias de suspenso, de esas que no tienen explicación, por lo absurdo de los hechos, pero que siempre terminaban con una moraleja. Estas historias dejaban un sin sabor, por la falta de profesionalismo y por la mala calidad de la producción. Fue un fracaso total.
Años después, haciendo un nuevo intento, Wes Craven quiso darle su propia muerte al personaje de su creación, entonces reunió a Heather Langenkamp (Nancy, protagonista en la primera) y Robert Englund (Freddy en toda la serie), para interpretarse a si mismos, y ser víctimas de un extraño suceso, en medio de la grabaciones de A nightmare on Elm Street, ya que los hechos imaginarios, ocurren en la vida real, y una fuerza sobrenatural se apodera de la utilería de Freddy, al tiempo que los actores, sienten como propios sus personajes. New nightmare, como fue titulada esta entrega, no superó las expectativas por la falta de creatividad a la hora de mezclar las nuevas características del personaje, con los mismos efectos de siempre.
Años mas tarde, cuando ya no había nada que hacer, Freddy se las arregla para tener un encuentro desde el infierno, con otro grande del terror, Jason Voorhees, y logra que éste, haga lo que el desea, haciéndose pasar por su madre, para ordenarle que viaje desde Crystal Lake hasta Elm Street, porque hay muchos chicos que no se han portado bien y deben ser castigados.
La historia en la que se combinan estos dos grandes, termina en un enfrentamiento por las almas de sus víctimas, en el que Freddy nuevamente es derrotado, en esta ocasión por Jason.
Esta octava entrega titulada Freddy Vs. Jason, es la clara muestra de que ambos personajes serán un ícono mundial por siempre, pero aunque la intensión de reunirlos causó expectativa y conmoción, su director Ronny Yu, fracasó en el intento de cautivar y recibir los mejores comentarios, debido al descuido de continuar con la historia lineal y perder de vista los pequeños detalles que no se tuvieron en cuenta a la hora de regresar de la muerte a Freddy Krueger.
La historia deja una espectativa de continuación que sin duda alguna, traerá a nuestra memoria el enfrentamiento de dos personajes que estaban destinados a morir solos, pero que desde la historia vista desde el otro lado, Friday the 13th, Jason goes to hell: The final friday, ya estaba siendo preparada la antesala del encuentro entre Freddy Krueger y Jason Voorhees.
Este humilde crítico, opina objetivamente sobre este fenómeno monstruoso, sin temor a caer en la subjetividad, por su total agrado hacia la historia de esta saga, que claramente y sin lugar a dudas, se destaca por su excelente manejo de efectos, movimientos y angulaciones de cámaras, cuyo objetivo es plasmar en el psiquis de la gente, el suspenso y herir la susceptibilidad del espectador; además de la buena musicalización de bandas como Dramarama, The divinyls, Dokken y Blondie, entre otras, quienes le apostaron a representar las bandas sonoras de esta saga del terror; y el buen papel de los directores al utilizar adecuadamente la música incidental, para causar el efecto esperado en las escenas de mayor intriga y suspenso. A pesar de los fracasos de sus últimas entregas, A nightmare on Elm Street, es una historia agradable y totalmente válida en el género del terror.
Por su parte, Fred Krueger, después de acabar con el último chico de Elm Street, seguirá siendo anunciado, y sus víctimas advertidas por las almas de sus pequeños niños, cuando reciten la cantinela del hombre con el guante de las cuatro navajas, el croissier rojo y verde, y el sombrero raido.
One, two, Freddy's coming for you...
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