Al hablar de tennis femenino hace referencia inmediatamente a las hermanas Williams que desde siempre se han caracterizado por su innegable táctica y desempeño destacado en cada superficie en la que juegan durante todo el año; ahora es el momento del US Open y que mejor que ellas para defender su casa de todas aquellas que deseen salir victoriosas.
Hoy cumpliendo el cronograma de la segunda ronda de este, el ultimo Grand Slam del año, se enfrentaron en la cancha central Arthur Ashe, la mayor de las hermanas, Venus quién durante el 2000 y 2002 ganó consecutivamente este torneo que da 2000 puntos en el ranking Mundial y que ahora 10 años después caen de maravilla, debido a su posicionamiento como numero 3; con la joven canadiense Rebeca Marino que con apenas 19 años y ubicándose como la 179 del mundo jugó el partido de su vida.
¿Por qué de su vida? Porque no cualquiera tiene la suerte de jugar cara a cara con una leyenda, porque fue su debut en cancha central y porque a pesar del marcador en contra, hasta el primer set y medio tenía 8 tiros ganadores a diferencia de la Estadounidense que no sumaba ninguno. Es de admirar su control mental, nunca se vio ansiosa y menos nerviosa, supo encarar un partido que hasta el primer set tenia controlado y que tan solo un tiebreak fue el desencadenador de un juego técnicamente igual, quedando 6-7; el común denominador fue su valentía y confianza, encontró el punto débil de la hija de la dinastía, jugándole al centro para vencerla, su clave fue la técnica y el tomar la iniciativa pese a no tener un entrenamiento previo con esa clase de jugadoras a diferencia de Venus que está preparada para jugar con cualquiera; Marino disfruto su momento y mostró un revés sensacional, es la actitud que uno no espera encontrar en un juego donde desde el papel ya tenía mucho peso del lado de la número 3.
Pero Venus como no ganar ante Rebeca y más siendo la segunda ronda, ella nos tiene acostumbrados a instancias más avanzadas, en esta ocasión las veces que se encontró el revés ganó con su derecha perfecta y la agresividad característica que saco a relucir en el segundo set fueron suficientes para complicar a Marino en este tercer día que sacaba finalistas para avanzar a segunda y tercera ronda.
Después de hora y 32 minutos tras servir para partido estando 5/3 en el segundo set, Williams tuvo match point y con 12 tiros ganadores mas su elocuencia tenística consiguió su victoria número 200 en un Grand Slam con marcador global de 6/7 y 3/6, esperando el juego el próximo viernes con Minella por tercera ronda en el marco de un ardiente verano Neoyorkino.
Natalia Narváez
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